27.8.08

Vale la pena el riesgo?

Cuando me advirtieron que esto era competitivo no lo creí, pensé que eran personas que habían vivido situaciones distintas a las mías.

Yo compito conmigo, con mis dificultades y a base de mucho, pero mucho esfuerzo y trabajo, logro superar cada una de las barreras que me impone la vida, no boto a nadie en el camino, trato de ser justa y de ayudar a todas las personas que solicitan mi apoyo.

Pero vale la pena el sacrificio? el esfuerzo? las pocas horas de sueño y todas mis angustias? vale la pena seguir intentándolo aún sabiendo que estoy en desventaja por mis largos años de vida? vale la pena?

A veces me lo cuestiono, pienso, porque no quiero vivir peleando conmigo, no quiero sentir la envidia de la gente, no quiero que me contaminen con sus malas ondas, no quiero que invadan mis espacios con amarguras.

Dicen que cuando te pica el bicho del teatro es difícil y casi imposible curar sus efectos, te embriaga, es como la droga más deliciosa de la Tierra, provoca que afloren tus emociones, tus sentimientos, tus miedos y quedas desnunada ante los ojos de personas que nunca has visto.

La magia de mi carrera envuelve mis ojos, me hace obsesiva, pensante, inocente, exigente, visionaria, sensible, solitaria, mágica, introvertida y alegre, cada paso que doy, cada vez que avanzo mi corazón se llena de felicidad, la alegria sale por mis poros se incrusta en mi vista, me nubla la mirada y me siento bien, todos los cambios me han hecho volver a mi escencia, a esa que perdí hace un par de años, me reencuentro conmigo a veces me gusto, a veces debo cerrar la boca.

No quiero que lo malo que implica la competencia frustre mis sueños, quiero un día pararme y darme cuenta que mi nuevo camino recorrido es el correcto, no quiero equivocarme de nuevo y estoy tratando día a día no cometer los errores que me llevaron al fracaso de mi primera vida escogida.

A veces me siento sola, creo que el mundo no me entiende, siento que tengo tantas cosas que decir, y no sé cómo expresarlas, me gustaría ser más mágica para poder verbalizar las cosas que me anuncia el corazón.

A veces también pienso que me equivoqué profundamente cuando lo tenía todo y por esas ansias inexplicables de mi ser decidí dejarlas porque pensé que encontraría algo mejor más allá del horizonte, aún no lo encuentro por eso vuelven a mí las imagenes de mi pasado feliz, el pasado perfecto, pero no me rindo, no pierdo la esperanza de que algún día todas esas penas se junten, para que renazca de las cenizas toda la fuerza que alguna vez puse en el universo y que según mi maestro se me devolverán.

Y espero ansisosa ese día, el día en que abra mis ojos y mire todo lo que he lograda, que todo pasa por algo, que todo se transforma, quiero con toda mi alma que cada lágrima derramada se combierta algún día en una sonrisa más, sueño profundamente que pronto llegará el momento en que parada en la luces pueda sentirme plena, completa, mujer, sentir que no me he equivocado, que no he errado el camino.

Le pido a todos quienes alguna vez me han querido que pidan con fuerzas para que ese día llegue pronto, porque a veces me dan ganas de soltar todo lo que he ganado, porque aunque ha sido mucho, el sacfricio no fue menor.

Siempre lo busco para que me escuche porque en mi presente es la única persona que toca mi corazón, que palpa con su mirada mis sentimientos más profundos, porque con sólo estar, me tranquiliza, él sabe lo que quiero, siento que quiere ayudarme, siento que me adopotó por insistencia, él es la mano en mi hombro, él es la fuerza que me acompaña, aunque quizá yo no sea nada, sea alguien más, alguien sin implicancia, alguien pequeña para comprender cada uno de los mensajes que me entrega.

Me cuesta soltarlo, porque pienso que no volverá y quiero que vuelva por lo menos hasta que yo me sienta segura, espero que no me deje sola, abandonada en medio de esta nada absoluta, me siento perdida y él es la única persona que me toma de nuevo y me pone en el camino...

Y no hablo de amor, hablo de una profunda admiración que he construido en base a su confianza, no quiero defraudarlo, no quiero defraudarme, dame sólo un empujoncito más para llegar más lejos, no me dejes ahora, porque si lo haces me retiro, no sé cuánto más aguantará mi cabeza la lucha que a diario lleva mi corazón.